Conocida también como Vinicunca o la Montaña de los siete colores, la Montaña Arcoíris es una belleza de la naturaleza situada a unos 100 kilómetros de la ciudad peruana de Cuzco. El monte se encuentra precisamente en la Cordillera del Vilcanota a 5.200 metros sobre el nivel del mar. A pesar del frío y de la elevada altitud, la unicidad de este lugar hace que sea uno de los sitios más visitados por los turistas los cuales llegan a la montaña para disfrutar de la vista y tomar una foto.
Lo que impresiona a primera vista son los colores que caracterizan las laderas y la cumbre de la montaña y en particular las franjas de tono fucsia, turquesa y lavanda. El aspecto de arcoíris se debe a "una compleja historia geológica de sedimentos marinos, lacustres y fluviales", como reportado por la Oficina de Paisaje Cultural de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco.
La explicación que está detrás de la peculiaridad de este lugar es muy curiosa. La montaña se ha formado durante millones de años cuando sedimentos rocosos, transportados por el agua que antes cubría la zona, han ido formando capas de distintos tamaños. A lo largo del tiempo el movimiento de las placas tectónicas del área ha elevado estos sedimentos hasta que se convirtieron en montañas. Los colores llamativos que caracterizan el monte se deben a la oxidación de los minerales ejercida por la humedad de la zona.
Miembros de la Sociedad Geológica del Perú (SGP) junto con la Oficina de Paisaje Cultural han enumerado los colores de cada franja y su composición:
Rosado o fucsia: mezcla de arcilla roja, fango y arena.
Blanquecino: arena de cuarzo y piedra caliza.
Morado o lavanda: mezcla de arcilla y carbonato de calcio y silicatos.
Rojo: argilita y arcilla.
Verde: arcillas ricas en ferro magnesiano (mezcla de hierro y magnesio) y óxido de cobre.
Amarillo o dorado: areniscas calcáreas ricas en minerales sulfurados (combinados con azufre).
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