SLOVAQUIA. BANSKÁ ŠTIAVNICA. PUNTO DE ENCUENTRO PARA LOS AMANTES DE LOS SABORES AUTÉNTICOS Y LA COCINA TRADICIONAL.
- Cuerpo Consular de Aragon
- 30 giu
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Situada en el centro de Eslovaquia, Banská Štiavnica no solo es una ciudad de extraordinaria belleza histórica, sino también un punto de encuentro para los amantes de los sabores auténticos y la cocina tradicional. La gastronomía local refleja la historia minera, la cultura campesina y las influencias austrohúngaras, ofreciendo platos sencillos pero ricos en sabor, elaborados con ingredientes genuinos y preparaciones transmitidas a lo largo del tiempo.
La cocina de Banská Štiavnica, como la eslovaca en general, está fuertemente ligada a la tierra. Los platos típicos son calóricos y abundantes, pensados para sustentar a los mineros y trabajadores durante los largos inviernos. Uno de los símbolos más reconocibles es el bryndzové halušky, una especie de ñoquis de patata similares a los spaetzle, aderezados con queso de oveja (bryndza) y panceta crujiente. Se considera el plato nacional y se encuentra en casi todos los restaurantes de la zona.

Además de este clásico, se pueden degustar platos como:
Kapustnica: sopa de chucrut fermentado, con setas secas, carne ahumada y salchicha.
Segedínsky guláš: gulasch de cerdo con crema agria y chucrut, servido con pan o albóndigas.
Langoš: tortitas saladas de ajo, a menudo servidas con queso fundido o crema agria.
Quesos y embutidos
Eslovaquia es conocida por sus quesos de montaña, y Banská Štiavnica no es una excepción. Además del ya mencionado bryndza, se puede encontrar parenica (queso ahumado de pasta hilada enrollado en espiral), oštiepok (queso curado y ahumado en forma de gota) y productos lácteos frescos procedentes de pequeñas empresas locales. Los embutidos también merecen atención: salami ahumado, jamones curados y salchichas picantes son los protagonistas de los entrantes y platos únicos, a menudo acompañados de pepinillos, mostaza fuerte y pan de centeno.
Postres y especialidades de panadería
La tradición pastelera de Banská Štiavnica combina la sencillez campesina con la elegancia austrohúngara. Entre los postres más apreciados se encuentran:
Štrúdľa: el clásico strudel de manzana, pero también con rellenos de amapola, cerezas o queso dulce.
Medovník: tarta de miel con capas de crema y nueces.
Pagáče: bollos salados con queso o chicharrones.
Cervezas artesanales
Mención especial merecen las cervezas artesanales: la cervecería local ERB produce cervezas sin pasteurizar y sin filtrar, entre las que se incluyen lagers, ales y cervezas oscuras, perfectas para acompañar los platos contundentes de la cocina eslovaca. El restaurante anexo a la cervecería ofrece una experiencia gastronómica completa, cuidada y de calidad.
Una experiencia auténtica
Comer en Banská Štiavnica significa redescubrir sabores auténticos, cocinados con amor y tradición. Es un viaje por los sabores que narran la vida cotidiana, el esfuerzo, las estaciones y la creatividad del pueblo eslovaco. Ya sea una sopa caliente en una taberna histórica o un pastel casero degustado en una cafetería con vistas a las colinas, cada plato forma parte de la historia del lugar.
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